La Media Maratón de Rosario cumplió sus expectativas. Ya desde
el día previo, en que tuve oportunidad de conocer al triatleta ciego Martín Kremenchuzky
y su entrenador Hernán Rotbard y “pasearlos” un poco por la ciudad; y por
algunas palabras intercambiadas con el periodista y corredor Daniel Arcucci en la entrega
del kit en Metropolitano. Todo pintaba bien.
Y así fue, el día de la carrera amaneció fresquito, y muy
despejado, con una visibilidad óptima. La 19º Media Maratón de Rosario patrocinada
por New Balance formó parte de la serie de carreras que esta marca organiza
también en las ciudad de Córdoba y Buenos Aires. Este 12 de mayo el recorrido
partía del Monumento Nacional a la Bandera hacia el norte, pegando la vuelta en la
rotonda ubicada pasando el balneario La Florida, y retomando hasta el Monumento
para finalizar ahí.
La mejor distancia
La mejor distancia
Precedió a la carrera
un precalentamiento junto a los compañeros de Grupo Sacchi, y luego… A correr.
No es cualquier carrera, es la Media Maratón. Muchos dicen que es la distancia
más linda. Es decir, es una distancia exigente, son 21 kilómetros, hay que ir preparado,
pero al mismo tiempo no tiene la carga de una MARATON y todo lo que eso
implica. No sé si se entiende… A mí me falta la Maratón para poder corroborarlo
al 100 por ciento, pero las voces que me llegan se inclinan por sostener los
21K como la distancia más linda.
Con la cámara como
compañera inseparable en las carreras de este año, empecé un poco atrás en la
manga de largada pero fui avanzando para poder después charlar más tranquilo
con alguno de los protagonistas de la carrera para el video. De todos modos esta
vez la idea era “menos charla, más carrera”.
Los encuentros en el camino
Los encuentros en el camino
Cuidando el aire de
manera criteriosa, me di el tiempo para charlar con algunos ya conocidos de
otras carreras y algunos nuevos. Aquellos que se sorprenden cuando los saluda
uno que viene con una cámara en la mano, los que se acercan porque vieron algún
video o los que quieren contar algo. Así fue como charlamos con Cristian, que
siempre lleva la remera que recuerda a las 22 víctimas de la tragedia de Salta
2141, en la semana que inició el juicio a los responsables;
también nos reencontramos con Norberto Catalano, presidente de la
Asociación Rosarina de Deportes para Ciegos, muy contento con la repercusión de
la carrera; con la corredora Mabel Rodríguez, que hacía su Media Maratón número
77; o con ese chico de El Trebol que aprovechó mi cámara y la del colega Walter
Albornoz para difundir que el 9 de junio se hace en el pueblo la Maratón de los
Bomberos Voluntarios. En la marcha hacia la meta conocimos a Gladys, de Luján; a
Jaqui de Capital; a Julio, un seguidor de nuestros videos que me venía
corriendo desde atrás; a Darío, corredor ciego que hacía sus primeros 21K, y a “Habibi”
el fundamentalista corredor.
Creo que solo un
aspecto negativo se puede marcar de estar carrera hermosa, y fue la cantidad de
basura generada por los vasitos de cartón de Gatorade, y las botellas plásticas de agua prácticamente
llenas que descartaban los corredores. No es práctico para el
corredor que no puede tomar una gran cantidad, y no ayuda a nuestro medio
ambiente. Además puede originar algún accidente, en particular para los corredores
no videntes, que no tiene forma de esquivar la cantidad de botellas que quedan
en el piso cerca de la zona de hidratación.
Nobleza obliga, cada
uno de los que ayudan en la carrera alentaban a los corredores, y por supuesto
también las familias y conocidos en la zona cercana a la llegada. Sobre el
final vino bien el aguante de los voluntarios que colaboran con la hidratación,
que se puede ver en el video.
Cualquier corredor
sabe que el apoyo de la familia es fundamental. Los de elite, los que nomás
corremos por gusto, todos. La actividad requiere tiempo, entrenamiento, muchas veces gastos, alguna paciencia en las previas a las
competencias, y el apoyo es muy importante. Por eso, como lo hice en el video,
agradezco la paciencia de mi familia en esta carrera en particular, pero también
por el acompañamiento en la tarea que estoy desarrollando este año.
La meta
La meta
Y llegué a la meta... Los últimos 4 kilómetros tenía las piernas duras ya,
pero no aflojé. Con paso firme y buen ritmo, se avanzó los últimos kilómetros
ya en silencio cuidando el aire, y llegue pasada 1 hora y 48 minutos. Abrazos,
agua, felicitaciones, medalla, Gatorade, potasio, más abrazos y besos. Fotos,
amigos, el Monumento, y un llamado a la realidad: A elongar para no quedar
duro.
La verdad que tira quedarse, porque el clima de las carreras es hermoso, y esta en particular era muy numerosa y la distancia hacía que sea un lindo reto, para muchos la primera vez, para otros una experiencia para repetir.
Antes de irme, una breve
charla con el “Colo” Mourglia, precisamente sobre las bondades de Rosario como sede
de maratones y mediomaratones; también con Martín Kremenchuzky, contento con su
carrera del día luego de la participación reciente en la Maratón de Londres; y el reencuentro con
el amigo Pablo Martínez del programa radial “La Línea de los Atletas”.
Esta fue mi Media
Maratón, mi relato de la carrera que vivieron miles.