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lunes, 1 de abril de 2019

Charla y trote con el presidente de ARDeC, camino a los 15k de Puerto Norte

Es el presidente de la Asociación Rosarina de Deportes para Ciegos (ARDeC) y aceptó la invitación para charlar mientras corremos. Norberto Catalano tiene 70 años, está ciego desde los 48 años. Jugaba al fútbol, hacía algo de ciclismo, pero no había corrido antes de ser no vidente.

Si algo se puede destacar es que es una persona muy segura, que transmite seguridad y que en ningún momento se pone en un lugar de debilidad. Hace de la dificultad que le toca vivir un punto para ser más fuerte y resume: “La ceguera tiene cosas muy negativas. No ver es feo. Pero tiene algunas cosas positivas. Yo por ejemplo he incorporado una confianza hacia la vida y hacia el otro muy grande”. “Yo a vos te acabo de conocer, pero yo a vos te tengo mucha confianza. Yo voy corriendo y sé que no me vas a hacer chocar”, afirma, y asegura que es “una cosa positiva que me hace bien para la vida”.
“Cuando quedé ciego fui a la escuela braile de calle España. Una de las actividades era un gimnasio. Como era un poco aburrido, le dije a la profesora ‘che, por qué nos vamos a la calle’. Y salimos un grupo de 6, 7 al Parque Urquiza a correr. El primer día corrí 100 metros, y así empecé. Yo nunca había corrido”, relató.
Norberto nació en Chivilcoy, provincia de Buenos Aires, donde jugó al futbol de joven. Marca tres etapas para contarnos la progresión de su ceguera. Explica que a los 36 años tuvo que dejar de manejar porque “se angostaba la visión”, a los 43 dejó de salir de noche por no poder ver en la oscuridad. Y finalmente a los 48 dejó de poder leer. Ahí quedó ciego. Frente a lo que podría ser una dificultad importante para una persona joven, Norberto supo dar vuelta la situación y hacerse fuerte a pesar de la realidad que se imponía.

Los 15k de Puerto Norte
El motivo de la entrevista era la convocatoria a la carrera de los 15k de Puerto Norte que organiza ARDeC para recaudar fondos para su actividad deportiva anual. Además de la competencia convencional, se realizará en la misma jornada el Campeonato Argentino y Encuentro Iberoamericano de Carreras de Calle para Ciegos y Disminuidos Visuales.
Se corre el 14 de abril, las distancias son 15k, 5k y una correcaminata familiar de 2k. Se espera la participación de alrededor de 100 corredores ciegos con sus respectivos guías, pero seguramente habrá unas 2500 personas más entre la competencia convencional y la correcaminata, esta última sin cargo.
Es la cuarta edición de los 15k de Puerto Norte, y el titular de ARDeC indicó que “lo que obtenemos de esa carrera sirve para financiar toda nuestra actividad deportiva del año. Así que de paso que corren y disfrutan, nos ayudan”. “Hicimos al revés de lo que se hace siempre. Vos agarrás la carrera de UNICEF o la Carrera de la Bandera, y nosotros podemos participar, obviamente. Pero ahí nosotros somos los invitados. Acá es al revés, nosotros invitamos a los convencionales”, dice con alegría.



Las actividades de ARDeC
Además de las carreras, ARDeC participa en fútbol para personas ciegas y empuja la difusión del ciclismo a través del Paseo a ciegas que se promociona en la Calle recreativa de Rosario. Este circuito en el que los domingos por la mañana se cierran al tránsito varios kilómetros de calles para caminar, correr, andar en bicicleta es aprovechado por la Asociación para difundir las bicicletas tándem, dobles, ni más ni menos que prestándolas sin cargo. Se presta la bici y se le entrega a los circunstanciales ciclistas una máscara, como una cinta, para que quienes quieran se venden los ojos y puedan vivir la experiencia del paseo a ciegas.

Primeros pasos como guía de corredor ciego
Corrimos entre el Parque España y el Parque Nacional a la Bandera, de Rosario. Di ahí mis primeros pasos como guía de un corredor ciego. Norberto llevaba consigo una cinta que sosteníamos cada uno
de un extremo con la muñeca, y arrancamos a correr uno al lado del otro. “Los guías van aprendiendo a la par nuestro. Hoy yo te puedo explicar porque ya pasé por muchos guías”, asegura. “Nosotros los ciegos tenemos una gran responsabilidad en esto del trato con el guía. Nosotros le tenemos que dar mucha seguridad. Vos quizás vas un poco tensionado porque es la primera vez, pero el guía va con una tranquilidad total. Y así es como debe ser”, agrega. Algo me dice que tuve a uno de los mejores maestros porque si algo transmitía era tranquilidad.

El deporte y el hombre
“Para cualquier persona el deporte es bueno pero en el caso nuestro es extraordinariamente bueno. Personas ciegas que estaban todo el día en la casa, que no salían, que no se valoraban. Con el deporte les cambia la vida. Aumenta el autoestima”, nos cuenta Norberto mientras corremos ya frente al Monumento a la Bandera. “Obviamente necesitamos de guía. Hay una frase que yo siempre repito, nosotros sin los guía no servimos ni para espiar”, bromea.
Catalano participó en algún momento de la comisión de la Asociación Rosarina de Atletismo (ARDA) para aprender (él dice “egoístamente”) y para trasladar las necesidades de los corredores no videntes.
“Cada vez es más organizada la participación de la gente con discapacidad, no solamente ciegos. En el caso de la Maratón de la Bandera hay premios en efectivo también. Y en el caso de los premios en efectivos, y esto fue una sugerencia nuestra, no es que acá el tipo corre 21 km en 5 horas y le damos un premio. No. Pusimos un límite. Al principio empezamos con 1 hora 50 y ahora ya lo bajamos. Un tipo que entrena tiene que hacerlo en 1 hora 35 minutos. Entonces el premio tiene que estar en la medida que se esfuerce, no por ser ciego, sino porque entrena”, resalta.
Norberto habla con claridad, tranquilidad. Lo hace mientras corre y transmite más seguridad en su mensaje aun. Sobre sus espaldas lleva el esfuerzo propio y el del colectivo que encabeza resaltando el trabajo cotidiano que se hace, nunca desde la debilidad. 
Un gusto correr con vos, Norberto. Nos encontramos en los 15k de Puerto Norte. 

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